...esperando que el viento me borre como si fuera un hombre de arena.
Recuerdame.
Aunque sea en un rincón a escondidas. No me dejes ir.
Mis granos de arena...
Aún no me has dicho de donde eres...
De ahí fuera. Del otro lado del muro.
L - ¿Por qué subes aquí? M - Por que me gusta leer frente al mar L - ¿Qué mar? M - Ese de ahí L - Ahí no hay ningún mar M- Cierra los ojos y mira hacia allí. ¿Ves el horizonte? Bajando la gran montaña nevada, cruzando el río que surca las verdes praderas. La arena es blanca como la sal... ¡Hay un mar inmenso! El mar de las ballenas. A veces sopla viento del oeste. Se pueden escuchar las olas chocando contra los acantilados, ¿las oyes? L - ¿Cómo es el mar? M - Azul L - Veo a una niña M - ¿Quién es? L - No lo sé M - A veces nos podemos ver a nosotros mismos como nos imaginamos. L - Es sólo una niña.. M - A lo mejor eres tú L - Yo nunca he sido una niña
Una vez le preguntaron a Lewis High, un fotógrafo de guerra, porque había elegido esa profesión. Él contesto que si pudiese contar con palabras todo lo que veía no necesitaría cargar cada día con una cámara de fotos, que ciertos momentos de belleza, de desolación, de horror y de heroísmo estaban mas allá de las palabras. Yo también lo creo. Hay cosas que no podemos explicar con simples palabras. Cosas como seguir vivos, sentimientos como el amor y el compromiso y sensaciones como volver a abrazar a un amigo. Quizás por eso nuestra vida se compone de imágenes. Momentos congelados en el tiempo. De decisiones que cambian sin remedio el rumbo de las cosas. De fotografías fijas guardadas en la memoria que nos recuerdan cada segundo lo hermoso que es vivir.
Quédate para siempre... :)
Yo te sigo porque creo que en el fondo hay algo...
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